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El amor verdadero espera con paciencia, sabiendo que las cosas pueden cambiar y mejorar con el tiempo. Esta paciencia, basada en la esperanza, nos ayuda a no desesperar ante los problemas y a mantener una actitud positiva ante lo que venga.
El amor puede soportarlo todo, incluso el dolor y el sufrimiento. Nos da la fuerza para seguir creyendo y esperando, incluso en los momentos más difíciles de la vida. Cuando ponemos nuestra confianza en el amor de Dios, podemos enfrentar cualquier desafío y perseverar en nuestro caminar de fe.
El amor no es celoso. El amor no es ostentoso, ni se hace arrogante. No es indecoroso, ni busca lo suyo propio. No se irrita, ni lleva cuentas del mal. No se goza de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Todo lo cree: El amor nos enseña a confiar en los demás. Debemos creer lo mejor de las personas y no juzgarlas sin conocerlas. Todo lo espera: El amor es paciente y nos enseña a esperar el momento adecuado para actuar. Debemos tener paciencia y no apresurarnos en nuestras relaciones personales.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El apóstol describe aquí el amor fraternal, personificándolo, tanto desde el lado negativo como desde el positivo; no da una definición ab...
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:8 El amor nunca deja de ser. Pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y se acabará el conocimiento.
