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  1. El León y el Ratón: Un viaje a través de la amistad (Versión Corta) En la sabana africana, donde el sol quemaba con intensidad y la tierra vibraba con el rugido de los animales, habitaba un león majestuoso llamado Leónidas. Era el rey de la selva, temido por su fuerza y su feroz mirada.

  2. El León y el Ratón: Pequeñas Promesas, Grandes Actos. En el corazón de la selva, la fábula “El león y el ratónse despliega como un recordatorio poético de que la fuerza no siempre está en el tamaño o el poder, sino a menudo en la valentía y la bondad.

  3. Fábula El León y el Ratón: La Fuerza de la Amistad y la Gratitud. Había una vez, en la vasta selva africana, un poderoso león que reinaba con imponencia sobre todas las criaturas. Su rugido resonaba a través de la jungla, infundiendo temor en los corazones de todos los animales que habitaban allí.

  4. 16 sie 2024 · En correspondencia con la solicitud de renuncia presentada por el compañero Jaime Ernesto Chiang Vega al cargo de Gobernador de la provincia de Las Tunas, al reconocer errores cometidos en el ejercicio de su responsabilidad, el Presidente de la República, Miguel Díaz Canel Bermúdez, haciendo uso de las facultades a él conferidas, aprobó ...

  5. - Señor león, hace un tiempo usted me salvó la vida. Hoy, yo salvaré la suya. El ratoncito, comenzó a roer las cuerdas que aprisionaban al león y, en unos instantes, pudo zafarse de las redes y escapar de la trampa. Mientras se alejaban, el león agradecido le dijo al ratón:

  6. LA CIGARRA Y LA HORMIGA Fábula. “El león y el ratón”. Una tarde de otoño, el león más feroz de la selva se sentó un ratito y, con el agradable calor del sol, se quedó dormido en un santiamén. Un pequeño ratón, que regresaba a su hogar, lo vio dormido y se acercó para tocar su suave melena.

  7. Un ratón iba caminando por el lugar donde estaba el león y pasó con el máximo cuidado, pero sin querer termino despertándolo. “¿Quién se atreve a molestar al rey de la selva cuando está en su hora de siesta? ¿No serías tú pequeño roedor?” “Yo… yo… yo, lo siento, señor león.