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Había una vez en un frondoso bosque, una pequeña niñita llamada Ricitos de Oro. Su cabello era dorado como el sol y su curiosidad no tenía límites. Un buen día, decidió aventurarse a descubrir nuevos lugares, y se adentró en el bosque hasta que llegó a una cabaña.
Una mañana, Mamá Osa sirvió la más deliciosa avena para el desayuno, pero como estaba demasiado caliente para comer, los tres osos decidieron ir de paseo por el bosque mientras se enfriaba. Al cabo de unos minutos, una niña llamada Ricitos de Oro llegó a la casa de los osos y tocó la puerta.
En una mañana brillante de primavera, cuando los rayos del sol jugaban a esconderse entre las hojas y el canto de los pájaros llenaba el aire, una pequeña niña de cabellos dorados llamada Ricitos de Oro decidió embarcarse en una aventura.
Ricitos de oro y los tres osos. Había una vez una casita en el bosque en la que vivían papá oso, que era grande y fuerte; mamá osa, que era dulce y redonda; y el pequeño bebé oso. Todas las mañanas mamá osa preparaba con cariño el desayuno de los tres.
Había una vez una pequeña niña cuyo cabello era de un amarillo tan brillante que resplandecía como hilos de oro al sol. Por esa razón, la llamaban Ricitos de Oro. Un día, Ricitos de Oro fue a la pradera a recoger flores.
Érase una vez que había tres osos: un Papá Oso, una Mamá Osa y un Bebé Oso. Ellos vivían juntos en una casa amarilla con un techo rojo en medio de un gran bosque. Translate? Un día, Mamá Osa cocinó un una gran olla de sopa deliciosa y caliente para el desayuno.
«Ricitos de Oro y los Tres Osos» es una historia que sigue las aventuras de una niña curiosa que, al adentrarse en una casa desconocida en el bosque, experimenta con las pertenencias de una familia de osos.