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Érase una vez que había tres osos: un Papá Oso, una Mamá Osa y un Bebé Oso. Ellos vivían juntos en una casa amarilla con un techo rojo en medio de un gran bosque.
En una mañana brillante de primavera, cuando los rayos del sol jugaban a esconderse entre las hojas y el canto de los pájaros llenaba el aire, una pequeña niña de cabellos dorados llamada Ricitos de Oro decidió embarcarse en una aventura.
Osos y Osadías. Un nuevo caso de niñas que se internan en el bosque - recordemos también a Caperucita Roja-, ha tenido toda la noche en vilo a los guardias forestales. Afortunadamente, los tres ositos salieron ilesos. 🔊 Léeme el cuento. Érase una vez una pequeña niña de dorados cabellos.
Una mañana, Mamá Osa sirvió la más deliciosa avena para el desayuno, pero como estaba demasiado caliente para comer, los tres osos decidieron ir de paseo por el bosque mientras se enfriaba. Al cabo de unos minutos, una niña llamada Ricitos de Oro llegó a la casa de los osos y tocó la puerta.
En «Ricitos de Oro y los Tres Osos», una niña curiosa aprende lecciones valiosas sobre el respeto y las consecuencias de sus acciones. En un bosque lleno de maravillas y misterios, vivía una niña conocida como Ricitos de Oro, llamada así por su brillante cabello dorado.
Resumen. Paseando por el bosque Ricitos de Oro encuentra una casita abierta y entra. Es la casa de papá y mamá osos, y su hijo el osito. En ella cada uno tiene su plato de la cena, su silla y su cama. Ricitos va probando cada una de estas cosas, para terminar eligiendo siempre las del osito.
Ricitos de Oro y los tres osos. Había una vez una niña llamada Ricitos de Oro. Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró una casa. Al verla vacía, decidió entrar para explorar. La casa pertenecía a una familia de osos: Papá Oso, Mamá Osa y Bebé Oso.