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En Mateo 24:35, Jesús declaró: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". Esta afirmación es un testimonio de la naturaleza eterna e inmutable de las palabras de Dios. A diferencia del mundo físico, que está sujeto a decadencia y destrucción, las palabras de Jesús trascienden el tiempo y el espacio.
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” - Mateo 24:35. Explicación del versículo: Mateo 24:35. Este versículo se encuentra en el corazón de las enseñanzas de Jesús sobre la última época.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Oración introductoria. Espíritu Santo, te pido el don de ciencia para valorar las cosas humanas en relación a mi último fin y para saber discernir lo que debo hacer en cada momento.
En resumen, la frase "el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" es una afirmación poderosa de la eternidad de la palabra de Dios. Si nos apegamos a las enseñanzas de Jesús, podemos confiar en que estamos construyendo una vida fundamentada en lo que es verdaderamente importante y duradero.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del ...
Pero mis palabras no, no pasarán. 1. Nadie sabe la hora cuando él vendrá; De repente con gloria Cristo llegará. ¡Mirad! 2. Cristo como un hombre pronto a viajar, Entregó a sus siervos toda autoridad. ¡Velad! 3. Con poder y con gloria aparecerá, Y los suyos al cielo Cristo llevará. ¡Orad! Pista.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día aquel y a la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre». Oración introductoria. Señor, me acerco hoy a Ti con fe, sabiendo que eres el Señor de la vida y de la historia.
