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Jesús fue Dios encarnado, en el sentido que Él era Dios en la carne: "Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad." (Juan 1:14).
Pero Jesús no es solo un hombre, es Dios encarnado. Sólo los que se acercan a él con fe y sencillez de corazón logran entender poco a poco su identidad como enviado de Dios y su misión salvadora.
Jesús es Dios encarnado. Él es Dios hecho hombre y vino a la Tierra con la misión de salvar a la humanidad de sus pecados. Sabemos que Dios es el único que puede salvar y por eso, Jesús dijo claramente que él y el Padre eran uno:
Jesús es el único mediador entre Dios y el hombre (1 Timoteo 2:5). Porque Jesús es Dios encarnado, podemos confiar en él para nuestra salvación. Él se ofreció a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados (1 Juan 2:2), y cuando creemos en él, recibimos el perdón de Dios (Romanos 10:9-10).
18 cze 2024 · El verbo latino incarnare significaba «hacer carne». Al referirnos a Jesucristo como Dios «Encarnado», expresamos que el Hijo de Dios adoptó una forma física y corporal «Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo: HE AQUI, LA VIRGEN CONCEBIRA Y DARA A LUZ UN HIJO, Y LE PONDRAN POR NOMBRE EMMANUEL, que traducido significa: DIOS CON NOSOTROS.
San Juan afirma claramente que el Verbo, que « estaba en el principio con Dios », es el mismo que « se hizo carne » (Jn 1, 2.14). Jesús es el Verbo encarnado, una sola persona e inseparable: no se puede separar a Jesús de Cristo, ni hablar de un « Jesús de la historia », que sería distinto del « Cristo de la fe ».
